viernes, 1 de mayo de 2009

CLÁUSULAS ADICIONALES. Capítulo 1: Pasado y presente



Alto, de mediana edad. Sobre su cabeza dos entradas habían comenzado a abrirse paso en un mar de negro y blanco. Su cara no podría distinguirse entre una multitud de inexpresivos rostros. Sus ropas lucen anacrónicamente un camuflaje perfecto dentro de una casta de gente sin rumbo determinado. El tiempo no había perdonado su paso despreocupado, pero a cambio le había prestado conocimientos y método.

Se encuentra buscando una oportunidad. La conciencia es un continuo remordimiento. Apartar la maldición de su vida le iba a suponer un precio demasiado alto…

Todo comenzó hace tiempo. Entonces era joven, y fueron otro tipo de relojes los que le invitaban a un pequeño descanso en las treguas del camino. Y fue en aquellas treguas, cuando el mundo estaba a sus pies y pocas cosas podían llegar a satisfacerle…

Sus comienzos habían extendido gradualmente su fortuna. El reconocimiento y la vida pública apenas le estimulaban. Él era más partícipe de la discreción. Su ambición, en cambio, se concentraba en el dominio sobre los demás.

Siempre profesó el deseo someter a las personas, la pretensión manipuladora de controlar sus estados de ánimo, sus deseos, sus miedos... Tiempo atrás la inexperiencia le llevó a cometer algunos errores. Así se dio cuenta entonces, que para alcanzar su objetivo, antes era necesario un primer paso, un primer escalón, un reto propio de un férvido fanático...

El trayecto empezaría por un interminable aprendizaje de diversas ramas de la sabiduría universal: Historia contemporánea universal, sociología, idiomas,…
Acompañando a estos estudios debía complementarlos con otros no tan reconocidos: Análisis precognitivo, psicología inducida, religiones desautorizadas,…

En consecuencia, por aquellos días, su círculo de intereses se extendió de forma inexorable… Otros climas, otros estilos de vida, otras culturas, otras religiones… Nada parecía terminar colmando el vaso de la satisfacción.

Así fue como un tiempo más adelante conoció “Black Stamp” (trad. “sello negro”), una comunidad formada por personas que comulgaban un objetivo común: “la adquisición de los dones necesarios para conseguir las ambiciones originadas por el subconsciente individual de cada persona”.

Era la meta de sus deseos, un camino fácil. La clave de Black Stamp residía simplemente en un contrato.

Cada uno de sus miembros tenía establecido un contrato con la comunidad de forma individual. El suyo era más bien algo sencillo y exiguo, y finalizaba con dos cláusulas adicionales vaticinando de forma perversa, una futura rescisión del mismo.

Por último, quedaba impresa la huella de un sello negro.

A partir de ese momento todo se oscureció un poco más…

viernes, 24 de abril de 2009

Luz


Sigo nuevos pasos.
Desaprendo el sinuoso camino que he dejado atrás
cuando nuevas gotas de colores
cambian el arco iris de mi vida.

Ahora no elijo el sendero,
sino que el sendero elige
formar una alfombra bajo mis pies
alimentándose de mis sentimientos.

La esperanza me hace caminar
sobre cálido y mullido terciopelo…

La melancolía, en cambio,
saja y desgarra mi piel
con pequeñas y afiladas puntas de cristal.

Pasa de forma irrefrenable el tiempo
y observo, entiendo y aprendo
que toda esperanza es inexistente,
pues en manos de un impredecible destino
una lluvia de intensa imaginación
designa de forma inconsciente
una barrera infranqueable,
un final irrenunciable,
un alto en el camino.

jueves, 9 de abril de 2009

Antes del comienzo


Ahora ya no encuentro poesía reprimida.

La naturaleza siempre me hizo explotar
un sinfín de rimas locas y apasionantes.
Sin embargo las circunstancias han cambiado.
La naturaleza ya no existe para mí.

No consigo ver cómo planean las hojas de los árboles
cuando soplos de viento acarician sus ramas.
A mi alrededor ya nada planea, todo es muy pesado
y la gravedad no exime de su control
a los objetos que me rodean.

Tampoco escucho esos sonidos que acudían a mí
siempre que caminaba lejos de la ciudad-dormitorio
del despropósito de la rutina diaria de mi vida.

En aquel tiempo fueron grandes conversaciones
y largos paseos en buena compañía…
¡Qué extraordinario era escuchar
aquel tímido crepitar bajo mis pies
cuando a lo largo del sendero
pequeñas piedras y ramas gritaban anunciando mi presencia!

Recuerdo entonces regresar a casa
y sentir impregnados mis pulmones
de ese perfume de salivante comida recién hecha.

Mis oídos ahora sólo dan cuenta de lamentos,
ruidos desquiciantes y silencios confusos .
Mi lengua ha quedado mutilada,
sólo me alivia así escribir añoranzas…

Ya no existe la armonía,
Mas siento acercarse la esperanza.
Empiezo a ser consciente de todo.


… … …


Es inútil, sigo en un coma poético.
Recuerdo haber soñado lo mismo
una y otra vez.

Siempre termino escuchando una sinfonía al compás
que de nuevo me sumerge en la eterna inconsciencia.

Sigo sin encontrar poesía reprimida.
Sólo se abre una ventana,
la de transcribir mis sueños sin sentido…

Llevo tiempo registrándolos todos.

En breve comenzaré a transferirlos.

Es lo único que queda de mí.

domingo, 29 de marzo de 2009

Investigación



DENTRO DEL TÚNEL:


Me encuentro en el interior de un túnel.


Nada de luces blancas al final del mismo. La luz es de color rojo intenso y me rodea por todas partes.


Todavía no he llegado al final, pero ya estoy muy cerca. Se abre una gran expectación en mi interior. Podré saber por fin qué o quién me espera en el otro lado, fuera, en el exterior…


Comienzo a dejarme llevar hacia delante cuando de repente a mis espaldas comienza a abrirse una hendidura.


Un tubo gigante de color negro se abre camino a través del túnel. Parece succionar todo lo que encuentra a su paso.


Avanza rápidamente, estoy atrapado…


Ha sido un milagro. En el último momento el tubo ha dejado de succionar. En cambio, ahora comienza a inyectar un líquido verde que provoca convulsiones dentro del túnel. Es una especie de ácido. Todo parece disolverse a mi alrededor...


Mi último pensamiento consiste en un triste lamento por no haber conseguido obtener la respuesta de todo aquello que me esperaba más allá del túnel…


Todo está perdido.


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“Un equipo de especialistas franceses en hematología anunció el domingo, en el sitio en Internet de la publicación Nature biotechnology, haber fabricado in vitro por primera vez en el mundo grandes cantidades de GLÓBULOS ROJOS HUMANOS, maduros y funcionales”.

Extracto de geonoticias.com
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"A quienes sólo sufren ocasionalmente alguna picadura de mosquito esta noticia les dejará impasibles".
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Diario "El País"

domingo, 22 de marzo de 2009

DIARIO PERDIDO (2ª parte)



Sábado, 1 de enero de 2.000


Me despierto…. Apenas puedo entreabrir los ojos. Tengo la vista atrofiada, todo me da vueltas y siluetas y sombras se desdibujan a mi alrededor. Aún así, puedo utilizar el resto de los sentidos. Todo me resulta familiar excepto una sombra amaneciendo por la puerta…

Cloc…cloc…cloc…cloc..

Reconozco ese sonido…..Aparece una bata blanca que me transmite la sensación de ahogarme en mi vómito… Diossss….me han vuelto a encerrar. Quién sabe cuánto tiempo llevo postrado en la cama. Quién sabe, esta vez, a qué nuevos experimentos me han estado sometiendo hasta este momento.

- Buenos días, soy la doctora Ruiz. En estos momentos estamos haciéndole un seguimiento de sus constantes vitales y de los daños cerebrales ocasionados por el accidente. ¿Cómo se encuentra?

Accidente… ¿pero de qué me estará hablando? Me palpo la cabeza y noto un enjambre de ventosas y cables. Mi mano tiembla, mi cuerpo todavía no se ha adaptado a las nuevas circunstancias.

- ehehehehaaaaaaAAAAAAAAh! (¡no puedo hablar!, sólo puedo aullar como un animal salvaje).

- No se esfuerce ahora. Más tarde le haremos un primer test de reconocimiento.

Cloc…cloc…cloc…cloc…

El sonido consigue atenuarse a los pocos segundos. Por un lado me encuentro extrañamente cómodo, por el otro, ardo en deseos de huir. El principio y el fin llegan a tocarse en un bucle. Todo esto ya lo he vivido.

Me esfuerzo en incorporarme en la cama. No siento apenas dolor, han debido de drogarme en exceso. Tengo los dedos agarrotados de la tensión y estoy rodeado de babas. Debe ser patética la imagen que doy.

Uno a uno, despego todos los tubos de mi cuerpo convulsionando la poca carne que aún permanece sobre mis huesos.
Oigo de nuevo sirenas, debo escapar rápidamente. Abro la puerta del ascensor. Antes de cerrarse me parece oír a Dº Paulina y a D. Manuel gritando como locos: ¡¡Habíamos acordado que superficial!! ¡¡Su-per-fi-cial!!

Me cruzo con más gente antes de llegar a la salida. Nadie me detiene, la mayoría parecen saludarme. Por otro lado, a nadie parece extrañarle la prisa o la indumentaria que llevo.
¡Genial!, estoy fuera, parece que lo he logrado.

Consigo recuperar la vista progresivamente. Frente a mí se encuentra un bonito jardín de hierba con árboles y flores. Mis piernas aún me siguen respondiendo e intento alejarme todo lo que puedo. Me detengo. Mi corazón necesita un pequeño descanso.

Vuelvo la cabeza y contemplo aterrorizado que el recinto psiquiátrico es el bloque donde he vivido toda mi vida. Hace un momento me preguntaba por qué me había resultado tan sencillo escapar…

No puedo detenerme ahora, necesito respuestas, sigo huyendo sin comprender de qué o de quién… Llego a la cima de una colina. A lo lejos, en el horizonte, alcanzo a ver un enjambre de recintos psiquiátricos exactamente iguales, ubicados todos como si se tratase de una colmena. La visión es apocalíptica.

Tropiezo. La tierra cede bajo mis pies… Me caigo…

Aterrizo en un pequeño lago del jardín. Me hundo…

No cubre mucho, pero el cuerpo ya no me responde, lo he llevado al límite…
Oigo sirenas… … … … … ¡¡Su-per-fi-cial!! ¡¡Su-per-fi-cial!! Dª Paulina, D. Manuel, ¡pobres!, en la tercera planta la gente era abducida, les obligaban a actuar como Ellos querían….

Las últimas burbujas se escapan de mi boca…

Siento la impotencia de no poder llorar bajo el agua...

Cambio de siglo. El Tiempo se dobla. Comienza un bucle.


Domingo, 22 de marzo de 2.009

Hoy hace un sol maravilloso. La vida ha cambiado. Ahora me he vuelto un cínico social, un mentiroso compulsivo. Llevo callado mucho tiempo. Sé de lo que son capaces.
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Ahora ya no se trata de mimetización. Ahora tratan de desgastarte, de que poco a poco pierdas tus ilusiones…

Vivo en un ático, un sexto piso con ascensor. Desde la terraza puedo contemplar un parque cercano. A veces me quedo tardes enteras contemplando sus árboles, sus flores…

En cualquier momento comenzarán a construir un pequeño lago.

Hace varios días que no salgo de casa.

Comienza un nuevo bucle.

domingo, 15 de marzo de 2009

DIARIO PERDIDO



















Martes, 14 de diciembre de 1.999

El humor se ha instalado en nuestra comunidad. Sería un vil mentiroso si os contara que nada es más serio que la vida de un adulto respetable… Sólo de pensarlo ya me doblo (no de forma literal) de la risa (lo de reírme también es una ironía, lo normal es que no deje de llorar hasta caer rendido).

Lo que a mi entender ocurre, es que mi familia, mis vecinos, y todos a mi alrededor, se están mimetizando con la silla del comedor, con la ventana del edificio de enfrente, no sé, con cualquier objeto a la vista…

Hace varios días que no salgo de casa. Últimamente los vecinos me acosaban. Hoy sólo baje un rato antes de comer para tomar el aire cinco minutos. El regreso a casa ha sido demoledor. En el ascensor ya me estaban esperando. Esta vez ha sido Dª Paulina, la del tercero:

-¿Verdad que hoy hace un día para salir a tomar el aire? ¿Qué tal lo de tu enfermedad? ¿Cómo va lo de tu enfermedad? Ayer, ¿saliste con alguien? llegaste de madrugada, sí, creo que eras tú, era muy tarde, hiciste mucho ruido ¿te pasó algo?…

Un pensamiento recorre mi mente… ¿Cuánto tarda el ascensor en subir del primero al segundo?, pues esa es mi meta, mi destino. Espontáneamente contesto con una risa que comienza con ligero murmullo. En el momento que ya empieza a delatarme la intento disimular con una tos atroz incontenible.

En este punto no se detiene y sigue la letanía:

- Es que ahora sólo pensáis en salir y en chicas. Ya me contaron que sigues con esa tos incurable, pobre chico… Pues conozco a la tía de la prima de un cuñado de la hermana de una amiga mía que dicen que tiene poderes curativos y seguro que te puede ayudar.

Un escalofrío recorre mi cuerpo. Seguro que lo que ha dicho ya lo había meditado antes y pensaba decírmelo en cuanto encontrase una oportunidad. Seguro que lo ha dicho con otro sentido…

Ya me internaron una vez en el psiquiátrico y no quisiera volver. Recuerdo que allí todo era irreal. A la gente le daba miedo hablar contigo, ni siquiera te saludaban, continuamente me atormentaban con extraños ruidos dentro y fuera del recinto, fue una pesadilla…

- Sí, ya veremos. Muchas gracias. – Contesté mecánicamente –

Ding! Suena el ascensor, estoy salvado. Antes de que se cierre la puerta giro distraídamente la cabeza y entonces me doy cuenta de que me está clavando esa mirada. Y me sonríe de forma indiscreta. Ahora sé que estoy perdido. Conozco a Dª Paulina. Estoy seguro de que hablará con otras personas. Y entonces volverán a hacerme aquellos interminables test hasta anular mi pensamiento. Volveré de nuevo a experimentar aquel infierno…

Por fin en casa. Busco un cigarro desesperadamente, no soporto bien estos encuentros. Sí, parece relajarme, me estoy quedando dormido… … … …

Creo estar oyendo las sirenas de fondo… … … …

Pasan los días con la misma rutina. Yo también me considero un autómata, me estoy mimetizando...

sábado, 7 de marzo de 2009

Matemáticas retorcidas

Pasó hace cinco minutos, pero lo recuerdo como si me hubiese ocurrido ahora mismo...
Uno a uno, restallaron continuos latigazos en el rincón más lejano de mi cabeza… Beep….beep…beep…beep…

Entonces pude oír su voz que dijo:

-“DIECISÉIS CERO UNO”. Reflexioné….

Automáticamente un resorte en mi cuerpo hizo entregarle algo a aquella voz.
Al instante, depositó en mi mano un papel usado junto con un cúmulo de monedas que se desbordaban de mi mano y repliqué sorprendido:

- Perdone, ¿no me podría perdonar ese céntimo de más?

Instantáneamente, ella levantó la vista y, mirándome, con unos ojos apasionados como pocas veces me ha mirado una mujer a tan corta distancia, abrió su boca, en contraposición a aquella mirada, y de nuevo me retumbó ese infierno de sonidos…..beep…beep…beep

- “Usted me ha dado VEINTIUNO y yo le doy la vuelta” – Rebatió ella –

Yo sólo miraba aquellos ojos llenos de sentimientos, de Pasión…

-“Para otra vez usted me da al principio un céntimo, y yo, le devuelvo cinco euros” –concluyó–

Así, me maldije a mi mismo por no haberme adelantado en aquella acción y haber buscado esa moneda en los cien mil escondrijos donde siempre y nunca guardo mis pequeños ahorros.

Y aquello supuso el final de la primera parte. Noté que ella esperaba algo más, pero esa mirada significaba para mí un Universo de Pasión. No pude articular palabra alguna…

No ocurrió nada más. No me puedo librar de esa sensación. He comenzado a darle forma a un plan…. Necesito una segunda parte, algo que me dé esperanza…

Mañana pienso ir al banco. Suele ser gente amable, aséptica como una máquina expendedora de tabaco, pero amable (tanto como una máquina expendedora de tabaco). Pues bien, voy a pedirles que me cambien cinco euros por “blocs” de monedas de un céntimo.

Estoy ultimando detalles. Me propongo hacerlo pasado mañana. Ya tengo una lista de la compra por CUATRO euros con NOVENTA Y NUEVE céntimos de euro, quiero que estos números sean nuevos, mágicos, no sé, algo especial…

El día anterior pienso romper los blocs cuidadosamente y apartaré dos monedas. El resto de las monedas las meteré cuidadosamente en una pequeña bolsa de plástico protegida por un pequeño tubo de cartón.

Entonces, al día siguiente, volveré a verla. Tendré cuidado de ir a una hora en la que no haya nadie. Necesito exclusividad y discreción. De nuevo me retumbará ese infierno… beep… beep… beep…

- “CUATRO NOVENTA Y NUEVE”

Dejaré caer el árbol de monedas frente a ella, cuatrocientos noventa y ocho céntimos, la miraré fijamente a esos ojos y pensaré: TE QUIERO.

Estamos hechos el uno para el otro. Ella es una persona tenaz, como yo. Se dispondrá a contar las monedas y hará una observación:

- “Falta un céntimo”.

Entonces yo confesaré:

- Perdona, me habré confundido… Espera, tengo aquí un billete de cinco euros.

Entonces sacaré un billete de cinco euros que tendré preparado.

Le pagaré, me devolverá un céntimo y recogeré metódicamente todas las monedas diseminadas sobre esa maldita chapa de aluminio de donde parece provenir ese maldito sonido…. beep…beep…beep

Después de un par de minutos volveré de nuevo. Sacaré de nuevo la lista de la compra y tendré cuidado en repetir cada uno de mis pasos hechos anteriormente. Entonces de nuevo dejaré caer el árbol de monedas frente a ella, esta vez de una forma un poco más caótica, haciéndole saber que añado además el céntimo que me devolvió en la última compra.

Y pase lo que pase, lo único que haré será observar esos ojos, y estaré seguro de que esa mirada jamás volverá a repetirse en mi vida con tanta intensidad y Pasión….

“Las matemáticas son acertijos tan apasionantes como una final de baloncesto o una ascensión en bicicleta” (27/09/2008) Dª Mercedes Cabrera, Ministra de Educación, Política Social y Deporte.

“Me encanta que los planes salgan bien” George Peppard (coronel Aníbal Smith, el equipo A)