sábado, 7 de marzo de 2009

Matemáticas retorcidas

Pasó hace cinco minutos, pero lo recuerdo como si me hubiese ocurrido ahora mismo...
Uno a uno, restallaron continuos latigazos en el rincón más lejano de mi cabeza… Beep….beep…beep…beep…

Entonces pude oír su voz que dijo:

-“DIECISÉIS CERO UNO”. Reflexioné….

Automáticamente un resorte en mi cuerpo hizo entregarle algo a aquella voz.
Al instante, depositó en mi mano un papel usado junto con un cúmulo de monedas que se desbordaban de mi mano y repliqué sorprendido:

- Perdone, ¿no me podría perdonar ese céntimo de más?

Instantáneamente, ella levantó la vista y, mirándome, con unos ojos apasionados como pocas veces me ha mirado una mujer a tan corta distancia, abrió su boca, en contraposición a aquella mirada, y de nuevo me retumbó ese infierno de sonidos…..beep…beep…beep

- “Usted me ha dado VEINTIUNO y yo le doy la vuelta” – Rebatió ella –

Yo sólo miraba aquellos ojos llenos de sentimientos, de Pasión…

-“Para otra vez usted me da al principio un céntimo, y yo, le devuelvo cinco euros” –concluyó–

Así, me maldije a mi mismo por no haberme adelantado en aquella acción y haber buscado esa moneda en los cien mil escondrijos donde siempre y nunca guardo mis pequeños ahorros.

Y aquello supuso el final de la primera parte. Noté que ella esperaba algo más, pero esa mirada significaba para mí un Universo de Pasión. No pude articular palabra alguna…

No ocurrió nada más. No me puedo librar de esa sensación. He comenzado a darle forma a un plan…. Necesito una segunda parte, algo que me dé esperanza…

Mañana pienso ir al banco. Suele ser gente amable, aséptica como una máquina expendedora de tabaco, pero amable (tanto como una máquina expendedora de tabaco). Pues bien, voy a pedirles que me cambien cinco euros por “blocs” de monedas de un céntimo.

Estoy ultimando detalles. Me propongo hacerlo pasado mañana. Ya tengo una lista de la compra por CUATRO euros con NOVENTA Y NUEVE céntimos de euro, quiero que estos números sean nuevos, mágicos, no sé, algo especial…

El día anterior pienso romper los blocs cuidadosamente y apartaré dos monedas. El resto de las monedas las meteré cuidadosamente en una pequeña bolsa de plástico protegida por un pequeño tubo de cartón.

Entonces, al día siguiente, volveré a verla. Tendré cuidado de ir a una hora en la que no haya nadie. Necesito exclusividad y discreción. De nuevo me retumbará ese infierno… beep… beep… beep…

- “CUATRO NOVENTA Y NUEVE”

Dejaré caer el árbol de monedas frente a ella, cuatrocientos noventa y ocho céntimos, la miraré fijamente a esos ojos y pensaré: TE QUIERO.

Estamos hechos el uno para el otro. Ella es una persona tenaz, como yo. Se dispondrá a contar las monedas y hará una observación:

- “Falta un céntimo”.

Entonces yo confesaré:

- Perdona, me habré confundido… Espera, tengo aquí un billete de cinco euros.

Entonces sacaré un billete de cinco euros que tendré preparado.

Le pagaré, me devolverá un céntimo y recogeré metódicamente todas las monedas diseminadas sobre esa maldita chapa de aluminio de donde parece provenir ese maldito sonido…. beep…beep…beep

Después de un par de minutos volveré de nuevo. Sacaré de nuevo la lista de la compra y tendré cuidado en repetir cada uno de mis pasos hechos anteriormente. Entonces de nuevo dejaré caer el árbol de monedas frente a ella, esta vez de una forma un poco más caótica, haciéndole saber que añado además el céntimo que me devolvió en la última compra.

Y pase lo que pase, lo único que haré será observar esos ojos, y estaré seguro de que esa mirada jamás volverá a repetirse en mi vida con tanta intensidad y Pasión….

“Las matemáticas son acertijos tan apasionantes como una final de baloncesto o una ascensión en bicicleta” (27/09/2008) Dª Mercedes Cabrera, Ministra de Educación, Política Social y Deporte.

“Me encanta que los planes salgan bien” George Peppard (coronel Aníbal Smith, el equipo A)

1 comentario:

Ignatius dijo...

Muy interesante. Cosas más descabelladas hemos hecho por algunas...